Fruta originaria de Asia, su consumo se
remonta a hace mas de 11.000 años. Adorado en la mayoría de
culturas y religiones no es un fruto, sino una infrutescencia, es
decir, un conjunto de frutos.
El Higo contiene importantes cantidades
de minerales, antioxidantes, azucares, fibra, vitaminas, propiedades
energéticas, digestivas, diuréticas …. y hasta afrodisíacas ;) Por ello nos ayuda a preparar nuestras
defensas para el invierno.
Su sabor dulce y apasionado es uno de los mas esperados en el otoño. Tanto para recetas dulces, como saladas. Estas son unas de mis recetas preferidas tanto con los higos frescos como con los higos deshidratados...Tarta de higos, queso fresco y miel, “Turrón de pobre”: higos secos rellenos de frutos secos, Mermelada de higos y canela, Higos con chocolate amargo,... y por supuesto Higo en aceite de oliva: cortas unos Higos frescos en cuatro y los cubres con aceite de oliva en un tarro de cristal y los dejas en el frigorífico durante un par de días. Cuando vallas a comerlos los escurres un poco, y tal cual están encima de una tostadita con un poco de queso fresco, tenéis un postre fácil, rápido estoy y segura de que una vez q lo probéis, repetiréis.
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