Una receta antiquísima y expandida por
todo el mundo, tanto con caramelo como con miel. Los frutos
secos garrapiñados son muy fáciles de hacer y harán las
delicias de todos los comensales. Al ser una elaboración con poca
cantidad de agua y poca elasticidad hacen que sea un snack muy
crujiente y al ser el fruto seco el ingrediente principal hacen que
sean de gran sabor y muy nutritiva.
En pocas palabras el garrapiñado
tradicional consiste en mezclar un caramelo con un fruto
seco y caramelizar el azúcar que recubre los frutos.
Se pone en un cazo el azúcar junto con el agua y lo calentamos hasta llegar a unos 118ºC, en este momento lo apartamos del fuego. Usaremos tanto de almíbar (3 de azúcar y 1de agua) como de frutos secos. Añadimos los frutos secos y con una espátula mezclamos bien el conjunto hasta recubrir todos los frutos con el almíbar. Se quedara empanizado, como si tuviera una cascara blanca de azúcar. Lo volvemos a poner al fuego lento y sin parar de remover lo cocemos hasta que el caramelo tome el color característico. Esparcimos los frutos secos en una mesa de mármol o en un papel sulfurizado, con mucho cuidado vamos separando uno a uno todos los frutos secos. Yo os recomiendo de que os mojéis con un poco de aceite, y si os enfría y cuaja antes de separarlas, las metéis unos segundos al horno para que se vuelvan a calentar y las podáis separar.
Un truco para que os salga un tentenpie
perfecto el añadirles un poco de sal a la hora de hacer el almíbar.
Y que tosteis en el horno el fruto seco antes de hacer la receta,
potenciando el sabor.
Animaos con estas sana y dulce
golosina.
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